Hablar sobre el futuro de la tecnología, al mismo tiempo que fascinante puede tener altas dosis de incertidumbre, pero creo que por el papel que el avance tecnológico juega actualmente en la sociedad es necesario estar conectado permanentemente a este tema, máxime cuando este año termina la primera década de este milenio.
Hablemos primero sobre los PCs y el internet. Una de las tendencias de los ordenadores será el computador óptico que interactúe con las personas de forma más natural y simple, usando dispositivos de reconocimiento de voz y de escritura, así como “pantallas” holográficas 3D, inalámbricas, de imagen real, que no ocupen lugar en el espacio o en forma de anteojos o aun lentes de contacto. Esa máquina realizará sus operaciones no por medio de la corriente y la electrónica convencionales sino usando, como lo afirma Mario Molina, un científico chileno especialista en el tema, pulsos ópticos rebotando, refractando y viajando a través de guías ópticas, en vez de alambres de cobre, las cuales, a su vez, estarán construidas con nuevos materiales artificiales, como sobre la base de moléculas orgánicas. Cuando eso se logre estaremos usando la velocidad de la luz para el procesamiento de datos, lo que será aun más interesante con el desarrollo de los computadores neuroeléctricos capaces de interactuar con tejidos vivos. Otra de las tendencias será la de la masificación de los dispositivos móviles de tamaño pequeño con superespecificaciones que combinan rapidez con simplicidad.
Internet Semántico es el futuro de la web. Este cambiará el concepto de un medio de documentos para personas a un sistema de datos e información que se podrán procesar automáticamente y que serán reconocidos y entendidos por los ordenadores. Como afirma Tim Bernes-Lee, creador de la WWW, el internet semántico materializa la idea de “tener datos en la web definidos y enlazados de forma que puedan ser utilizados por máquinas no sólo con el fin de presentarlos sino también para la automatización, integración y reutilización de la información a través de varias aplicaciones". En palabras más sencillas la Web Semántica vendría a ser una extensión de la Web actual dotada de sentido, esto es, un espacio donde la información tendría un significado bien definido, de manera que pueda ser interpretada tanto por agentes humanos como por agentes computarizados. Así pues, el desarrollo de la Web semántica requiere la utilización de otros lenguajes como el lenguaje estructurado XML (Extensible Markup Language) y el lenguaje RDF (Resource Description Framework) que puedan dotar a cada página, a cada archivo y a cada recurso o contenido de la red, de una lógica y un significado, y que permitan a los ordenadores conocer inteligentemente la información que manejan con el fin de que esta información pueda no sólo ser presentada en pantalla, sino también que pueda ser integrada y reutilizada.
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