sábado, 24 de septiembre de 2022

TE TENGO UN REGALO

 


viernes, 23 de septiembre de 2022

 EL REPOSO




El reposo no es una pausa o un descanso físico o mental. ¡El Reposo es una Persona que se llama Jesucristo! En Él, todo lo que pasa en nuestra vida es producto de Su dirección y Guianza. 

Lo que hace Él es establecer una relación profunda y eterna con nosotros, cambiando nuestra antigua naturaleza de pecado por la naturaleza de Él mismo Quien viene a habitarnos.  De esta manera, la Gracia que es Él, NOS HACE REPOSAR DE LAS OBRAS DE LA LEY. 

Por lo tanto, El REPOSO, ES LA GRACIA DE DIOS PARA NUESTRAS VIDAS. 

En la cruz, Él hizo, por Gracia, un intercambio fabuloso y sorprendente. Tomó nuestro pecado, se hizo pecado y nos dio Su Justicia. Se hizo enfermedad y por Su llaga fuimos nosotros sanados. Se hizo pobre, siendo rico, para que nosotros fuéramos enriquecidos…. Tomó todas nuestras angustias y temores y nos hizo verdaderamente libres. 

En el Salmo 127:2 Él nos dice: 

"Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño". 

Esta Palabra tiene en el hebreo dos significados: el primero es que Él nos da, como hijos amados que somos, el poder de dormir sosegados y placenteramente. 

Pero, también, se puede leer ahí que nuestro Padre, aún mientras sus hijos amados dormimos,  nos da, nos provee, nos prepara nuevos milagros, acomoda gente que nos bendiga, etc, etc. 

Lo anterior, es una manera de decirnos que es mientras reposamos, mientras estamos en Su Reposo, que Él nos da lo que necesitamos y queremos, dentro de Su voluntad. Esto, a su vez, quiere decir que si persistimos en hacernos únicos autores de hazañas en nuestras vidas, y trabajar con nuestras obras para alcanzar lo que necesitamos o queremos, entonces no dejamos que Él lo haga. O sea, que SI TENEMOS NUESTROS PROBLEMAS Y AGOBIOS SOBRE NUESTROS Hombros, SI LOS CARGAMOS CREYENDO SER LOS ÚNICOS QUE PODEMOS RESOLVERLOS , ENTONCES CRISTO NO LOS TIENE Y LE ES IMPOSIBLE ACTUAR PARA RESOLVERLOS. 

Por eso ÉL nos dice en Mateo 11:28:

"Estás cansado? ¿Desgastado? ¿Quemado en la religión? Ven a mi. Sal conmigo y recuperarás tu vida. Te mostraré cómo descansar de verdad. Camina conmigo… . Aprende los ritmos no forzados de la gracia. No pondré nada pesado o mal ajustado sobre ti. Hazme compañía y aprenderás a vivir con libertad y ligereza".

También, en Salmos 42:11, Él hace referencia a lo inadecuado y antinatural que es el abatimiento y la turbación de nuestros corazones. Porque cuando nos abatimos o se turba nuestra Alma, estamos manifestando nuestra desconfianza y nuestra falta de poner los ojos en Jesús, autor y consumado de La Fe. 

En vez de eso nuestra naturaleza clama desde nuestro interior:

"¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío" .

De ahí que Cristo haya sido tan tajante cuando expresó en Juan 14:27:  "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo" .

Por lo demás, no tenemos que esforzarnos para entrar en el Reposo que es Él, pues claramente Hebreos 4:3 nos indica que al ser nacidos de nuevo ya estamos en Él: 

"Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo" .

¡Es por todo esto que podemos vivir la clase de vida Zoe de Dios! 

Es por eso que vivimos gozosos y podemos gloriarnos en Él, cantando el Salmo 23:

"El Señor es mi pastor; nada me falta. En lugares de delicados pastos me hace descansar; Junto a aguas de reposo me pastorea. Conforta mi alma; Me guia por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infunden aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la GRACIA me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa del Señor moraré por largos días". 

El Reposo, en conclusión, no es una manera de vivir sino que con certeza decimos: ¡No hay más formas de vivir la Vida de Cristo! 


Carlos Mauricio Iriarte.