miércoles, 28 de abril de 2010

RETOS DEL NUEVO PRESIDENTE

Colombia vive hoy momentos cruciales para las nuevas generaciones con problemas no resueltos por décadas, pero con esperanzas que renacen en el presente debate presidencial, debido a la variedad de posturas de los candidatos que dan al país opciones para escoger.
 El Presidente de los Colombianos en el periodo 2010-2014 dirigirá un país que no ha logrado encontrar el camino hacia la paz, pero que aprueba firmemente los avances de la seguridad democrática y siente temor de volver a épocas en las cuales el país entero estaba secuestrado y hasta los tenderos pagaban cuotas extorsivas.  Un país que no perdonará a un presidente que desfallezca en el gasto, en las acciones y en la determinación de defender a todos los ciudadanos del terrorismo y la intimidación en los que siguen empeñados los grupos al margen de la Ley, y en cambio, que agradecerá al Presidente que vaya más allá y logre implantar un efectivo programa de seguridad ciudadana en los centros urbanos del país.   
El próximo Presidente encontrará un país con altos índices de desempleo y falta de oportunidades el cual reclamará, con fuerza nunca antes expresada, cambios estructurales en nuestra economía que conlleve a un aumento significativo del empleo productivo y el trabajo emprendedor, tanto a corto como a largo plazo. Reducir la tasa de desempleo a niveles aceptables del 5% de la fuerza laboral es más que un imperativo de estado y cual requerirá de un crecimiento sostenido de nuestra economía por encima del 5% anual, una política transparente de formalización de la economía y unas políticas claras para la franca reactivación del campo, la construcción de más de 1 millón de viviendas, la puesta en marcha de un plan ambicioso de construcción de infraestructura para la competitividad y productividad, además de las medidas necesarias para incentivar la creación de empleo en el sector privado, poner en cintura al sistema financiero, irrigar crédito de fácil acceso y bajo costo a los pequeños y medianos empresarios, y un contundente programa de educación y formación técnica para el trabajo.
El próximo Presidente encontrará un país hastiado de ver robar en sus narices cada año la fenomenal suma de 7 billones de pesos y que le reclamará no dar un milímetro de ventaja en el combate contra la corrupción. Y este es un tema crucial porque la corrupción ha afectado a todas las clases sociales y ha permeado todas las actividades desarrolladas por la sociedad,
El próximo Presidente gobernará un país donde más de 20 millones de pobres y más de 8 millones de indigentes le exigirán el cumplimiento de ese objetivo del milenio nunca más mencionado en la campaña y el cual establece que para el año 2015 no habrá más del 28% de la población en situación de pobreza y del 8% en pobreza extrema.
El próximo presidente encontrará un país en donde 3 millones de desplazados reclaman atención urgentísima para solucionar sus necesidades básicas y viven en condiciones más deprimentes que los indigentes, presionando las ciudades que los han recepcionado a invertir cantidades insospechadas de dinero en dotarles de agua potable, vivienda, educación y salud.
El próximo presidente recibirá un país con unas relaciones diplomáticas con sus vecinos en estado crítico y con tendencia a empeorar, el cual exigirá mano fuerte y firme en el trato con Chávez y Correa, pero también total normalización del comercio con esos países hermanos.
¿Cuál de los ya escasos tres candidatos opcionados, según las últimas encuestas, Mockus, Santos y Nohemí, es el que tiene las calidades, la firmeza, la experiencia, el conocimiento y la voluntad necesarias para superar estos y muchos más retos que afronta el país?  ¿Cuál de ellos es el más conveniente para todos los colombianos, pero también para los huilenses en la hora actual?  Falta un largo mes en el que cada uno de los electores tomaremos una decisión ojalá guiada únicamente por los más altos intereses de la Patria.
www.carlosmauricioiriarte.com

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