El informe del señor Contralor del Departamento, Constantino Trujillo, sobre el primer año de gestión del Gobernador Pajarito Sánchez ha sido muy comentado en todos los círculos por la contundencia en muchos temas en donde hay advertencias válidas y evaluación franca sobre la grave situación del ente administrativo sobre todo en las áreas gerencial, financiera, de contratación, de eficiencia administrativa y de trasparencia.
La regla general ha sido que los gobiernos, y este no ha sido la excepción, hagan mala cara a esos informes, traten de desvirtuarlos con comentarios contra el ente fiscalizador o en el peor de los casos contra la persona que ejerce el cargo de Contralor y los menosprecien equivocadamente.
En mi caso particular siempre he visto en ellos instrumentos válidos para orientar bien las políticas administrativas, corregir el rumbo de programas importantes para las gentes, subsanar, cuando esto sea posible, los errores que se cometen; ver claramente lo que es imposible ver en medio de tanta lagotería, adulación, halagos y zalamería de los que suelen rodear a todos los gobernantes. Ojalá que el gobierno Pajarito Sánchez, en lugar de seguir reaccionando contra ese informe oficial, en esta última mitad de su periodo constitucional ejerza con firmeza el liderazgo que prometió a los huilenses y sea capaz de sobreponerse a su deficiente gestión, logrando al final de su mandato no sólo dar un parte positivo (pues eso es muy fácil de hacer en el papel) sino una rendición final de cuentas que los huilenses podamos creer porque refleje una avance significativo en el desarrollo de la región. Eso es lo que sinceramente deseo.
En otra ocasión me referiré a los puntos concretos del informe mencionado. Por lo pronto, sigo creyendo que el Huila necesita construirse entre todos, por encima de sectarismos, de odios partidistas, de peleas grupistas, con una mentalidad abierta al consenso, con una postura orientada siempre al bien común, con respeto sincero a las normas que rigen todos los aspectos de la vida administrativa de la región, con un corazón capaz de entender, así no las comparta, las razones del contradictor o de cualquier persona con una postura diferente a la del gobierno; con una actitud proactiva que acepte buenos consejos vengan de donde vengan, capaz de hacer equipo con los mejores, sean del color que sean; sin enredarse en pequeñeces, en minucias, en posiciones arrogantes y mucho menos en leguleyadas; con la acción siempre avanzando hacia la visión, desarrollando, con calidad, la misión y logrando el cumplimiento de las metas comunes propuestas; con un amor indestructible por las personas en lugar de por el dinero, siempre abrazando los altos intereses de nuestra región por encima de los personales, sabiendo que el poder (cualquiera que sea) es no solamente una brizna, sino que debe utilizarse para hacer que más y más gente viva mejor, teniendo la esperanza cierta que el mañana será mucho mejor que el presente.
Sigo creyendo en el Huila como un región grande construida entre todos y en la que los sueños de todos puedan florecer.
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